lunes, 19 de marzo de 2012


LOS FARAONES DEL SIGLO XXI (Segunda parte)
EL FIN DE LOS FARAONES
Un tiempo después de la misteriosa renuncia del príncipe Ciclames al trono se me pidió que diera una conferencia en París.
Entonces comencé diciendo, hace un tiempo cuando todavía éramos adolescentes, unos amigos y yo, viajamos a Egipto… En el Valle de los Reyes todo era muy hostil, al recorrer las tumbas sentimos profundo estremecimiento que nos recorría el cuerpo, era como si aquellas paredes tuvieran miles de ojos vigilándonos a cada paso.
Por esa experiencia rara y casi mística terminamos estudiando egiptología. Pero nuestro primer viaje como egresados no fue a Egipto sino a un pueblo de Etiopía, denominado Estado Independiente de Etiopía (E.I.E) donde gobiernan los descendientes de Tutankamón. Quienes en tiempo muy posterior a la muerte de este faraón se hicieron otra vez del poder.
Es una sociedad modelo gobernada por una monarquía democrática. Cuyo Rey Zafiro Amón y su esposa son muy queridos en el pueblo, por sus grandes obras. Pero quien resaltaba por su comportamiento era el príncipe Ciclames Kady Amón, futuro rey. No solo es conocido en la zona sino que lo es en todo el mundo, gracias a un investigador, filósofo y doctor llamado Meir Durs que escribió un ensayo diciendo que era la reencarnación de Tutankamón y expuso una exhaustiva investigación de parecido físicos.
Pero como la investigación de Durs desató viejos odios entre los descendiente de Tut y los descendientes de Ay (según dicen en el E.I.E el visir de Tutankamón, Ay, lo asesinó para quedarse con el trono y con su esposa) el rey nos prohibió investigar. Pero nosotros igual lo hicimos y descubrimos un futuro sombrío para el pueblo por cierto sujeto llamado Irebe, se estaban levantando en contra del gobierno, además porque se descubrió que la zona es muy petrolífera y Etiopía que no reconoce la autoridad del E.I.E le vendió los derechos a EE.UU.
Yo personalmente me entreviste con el príncipe Ciclames para hacerle llegar nuestra investigación, que si bien estaba mu
y imbuido en su búsqueda religiosa, no era desconocido para él, el peligro en el cual estaba el pueblo.
Nosotros pensamos en publicar nuestro trabajo, pero decidimos no hacerlo y en su lugar publicamos una investigación sobre Tutankamón y las teorías sobre su muerte.
Al poco tiempo como es sabido el príncipe renunció al trono y desapareció por completo de escena. El doctor Durs que responde a intereses sombríos, siguió adelante con su trabajo y posterior a la desaparición del príncipe estableció un paralelismo asombroso entre Tutankamón y Ciclames.
(Al igual que el faraón Tutankamón, Ciclames gobernó por un corto espacio de tiempo, realizó un cambió religioso, estuvo rodeado de intrigas y misterio y a joven edad desapareció sin penas ni glorias.)
Cerré mi conferencia y me fui del lugar, afuera me esperaba alguien…
Yo guardaba celosamente un secreto, sabía dónde estaba Ciclames. Comenzamos carteándonos, luego nos involucramos en una serie de investigaciones y nos dimos cuenta que teníamos muchas cosas en común, sencillamente nuestra afinidad se hizo tal que deseábamos pasar más tiempo juntos y decidimos entonces compartir el resto de nuestras vidas. Somos dos personas que nos queremos mucho y perseguimos los mismos ideales.
Viajamos de luna de miel a Egipto como no podía ser de otra forma en nuestro caso, visitamos el museo de El Cairo, la tumba de Tut, fue como si hubiéramos regresado en el tiempo a esa época. Yo vi a Ciclames, tomando de una vitrina un traje Tut muy bien conservado y vistiéndolo, realmente parecía diseñado para el. Entendí el miedo de Los Ay, no hay diferencia entre el rostro de Tut estampado en un tapiz rescatado de la tumba y Ciclames…
Mientras el majestuoso barco del E.I.E se desplazaba por las aguas del Nilo, barco al estilo faraónico que los campesinos saludaban cuando pasaba, pensábamos que quizás fuera la última vez que un barco de ese tipo surcara esas aguas, estábamos a punto de ver caer a nuestros pies siglos de historia, solo que no sabíamos cuando...Nos detuvimos en el pueblo Amaraón del desierto, el barco atracó, se extendió la alfombra real. ¿Tutankamón y Ankesenamón su amada esposa bajaron cumpliendo la profecía miles de años después?, no, nosotros bajamos del barco sabiendo que vendrían tiempos difíciles pero ahí estábamos juntos para enfrentarlos.
Carol Romero

2 comentarios:

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